El cirujano palestino pasó 43 días bajo fuego en Gaza y cuando regresó a Egipto porque ya no podía realizar cirugías debido a la ausencia de equipos médicos, decidió ayudar a sus pacientes transmitiendo sus voces al extranjero.
El cirujano palestino Ghassan Abu Sitta pasó 43 días bajo fuego en Gaza, y cuanto vio durante su trabajo voluntario en los hospitales de la sitiada Franja le dejó mucho que contar sobre las atrocidades israelíes cometidas contra civiles.
Cuando abandonó Gaza porque ya no podía realizar cirugías debido a la escasez de equipos médicos, decidió defender la Franja por otros medios.
En declaraciones a la agencia AFP, Abu Sitta detalló el testimonio brindado a la policía británica sobre los ataques contra civiles y los tipos de armas utilizadas, pues espera esto conduzca a juicios por crímenes de guerra.
Los resultados de la agresión israelí a Gaza, donde Abu Sitta llegó el 9 de octubre como parte del equipo de Médicos Sin Fronteras, superaron los horrores de todas las guerras y conflictos en los cuales trabajó antes, incluidos la propia Gaza, Irak, Siria, Yemen y el sur de Líbano.
«Es como la diferencia entre una inundación y un tsunami: la escala es por completo diferente», expresó, en referencia al gran número de víctimas y de niños mártires, a la magnitud del desastre y los intensos bombardeos, lo cual provocó el colapso del sistema sanitario de Gaza a pocos días del inicio de la guerra.
Having worked for weeks in hospitals in #Gaza during the Israeli aggression on the Strip, renowned British-Palestinian plastic surgeon, Dr. Ghassan Abu Sitta bore witness to the horrific crimes that were committed there.#PalestineGenocide#GazaUnderAttack pic.twitter.com/aOVCQuh0lF — Al Mayadeen English (@MayadeenEnglish) December 11, 2023
El médico palestino señaló que desde el principio la capacidad era inferior al número de pacientes a tratar, y además, los médicos debieron tomar decisiones difíciles sobre a quién intentar salvar.
Contó el caso de un hombre de 40 años con una lesión por metralla en la cabeza que necesitó radiografías y un examen por un neurocirujano, pero no estaban disponibles, según le dijeron a los familiares del paciente y estos permanecieron alrededor de la camilla esa noche, hasta su martirio en la mañana.
La anestesia y los analgésicos se agotaron muy rápido en los hospitales, lo cual obligó a Abu Sitta a realizar dolorosos procedimientos de limpieza de las heridas sin posibilidad de aliviar el dolor de sus pacientes.
A la víctima y su familiares les dejaba claro que esa era la única opción disponible, o ver a los heridos sucumbir a una infección generalizada en la sangre.
Abu Sitta también trató a personas con quemaduras causadas por fósforo blanco, un arma prohibida por el derecho internacional.
Como explicó, esa es una lesión fácil de distinguir de otras, pues el fósforo continúa ardiendo en las partes más profundas del cuerpo hasta llegar a los huesos.
Desde su regreso a Gran Bretaña, el galeno palestino pasó la mayor parte de su tiempo alertando a líderes políticos y organizaciones humanitarias sobre la situación en la Franja de Gaza.
Esta es su manera de ayudar ahora, tanto como pueda, a los pacientes de Gaza, al transmitir sus voces y su dolor al extranjero.
También informó a la policía de Londres sobre las lesiones que presenció, los tipos de armas utilizadas y el uso de fósforo blanco, así como de los ataques contra civiles.
Por otra parte, Abu Sitta, después de narrar cómo sobrevivió a la masacre del Hospital Bautista de Al Ahli, el 17 de octubre, concluyó con énfasis: «La justicia llegará a estos individuos, después de cinco o 10 años, o cuando tengan más de ochenta años, cuando el equilibrio de poder en el mundo permita justicia para los palestinos».
Fuente: Almayadeen